PLANTA VENENOSA: "DIFFEMBACHIA"

DATOS CURIOSOS:

Un hombre estaba arreglando las plantas de su oficina y por un acto reflejo se llevó a su boca durante menos de un segundo, un trozo del tallo. Inmediatamente sintió que se quemaba... corrió hacia sanitario y al ver su rostro se aterró de ver que estaba totalmente morado. La lengua creció varias veces... Un amigo que estaba con él, lo llevó en un taxi a la Clínica... El trayecto, de poco más o menos media hora, se le hizo eterno... cada vez podía respirar menos y el dolor intenso en las vías respiratorias era insoportable.

Su amigo tuvo la precaución de llevar una parte de la planta a la clínica. Allí lo atendieron de inmediato y le suministraron los primeros auxilios, consistentes en aplicarle medicamentos a base de corticoides para contrarrestrar la hiperreactividad bronquial y ponerle oxigeno. Fue internado en la Unidad de Cuidado Intensivo y los medicos temían que pudiera sobrevivir un paro cardíaco. Estuvieron a minutos escasos de intubarlo. De todas formas sus órganos respiratorios internos sufrieron grave afección... Uno de los pulmones alcanzó a colapsar, la parte interior de las vías aéreas superiores se llenó de llagas, su boca de aftas, y el dolor es tan intenso que ni siquiera la morfina lo aliviaba.

En la UCI permaneció por una semana. Los médicos están asombrados de que haya sobrevivido más de diez minutos al contacto con la venenosa planta...

DATOS INFORMATIVOS:

Esta planta tan linda que vemos en las fotos, llamada diffembachia de la variedad camila, que se vende como lo que es, una hermosa planta decorativa que en apariencia es inofensiva, en realidad es uno de los venenos y tóxicos mas poderosos de la naturaleza.

Es un género de especies tropicales frecuentemente utilizadas en jardinería.

Tiene tallo erguido, con hojas ovaladas o lanceoladas, discretamente asimétricas, de color verde oscuro, presentando las variegatas, manchas claras. 

Su savia que se concentra en el tallo y cerca del pecíolo, ha sido usada tradicionalmente por indígenas amazónicos para envenenar la punta de sus dardos de caza. El simple contacto de la mano sobre los ojos luego de su manipulación, produce ceguera temporal. Puede causar la muerte de un bebé en poco menos de diez segundos y regularmente asfixia en poco menos de veinte minutos a una persona. Nunca se debe manipular sin guantes de carnaza o caucho y en todo caso con extrema precaución.